Para mí es muy importante trabajar basándome en la evidencia científica, por lo que mis tratamientos siguen fundamentalmente la terapia cognitivo-conductual. En esta terapia el paciente deja de ser alguien pasivo para ser un agente activo de su vida y de la terapia. Como psicóloga, yo soy una guía y promotora del cambio mediante la realización conjunta de tareas y el diálogo constructivo. En este proceso, entiendo cada caso en concreto analizando cada conducta en particular y aplicando el tratamiento lo más personalizado posible. Asimismo, me muevo por una corriente integradora, en la que tengo en cuenta cada paciente en concreto: su historia de vida, su apoyo familiar, sus traumas. Aplico un procedimiento muy eficaz para reprocesar los traumas del pasado llamado EMDR. Gracias a esta y otras técnicas, la persona es capaz de dejar de vivir en el pasado y empezar a disfrutar del presente.
El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional
BUDA